¿Qué es la psicología perenne?
- Paula César
- 30 dic 2024
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 25 mar
Introducción: Clarificación de términos
Las palabras están vivas. Sus significados varían según quien las pronuncie, el contexto y las asociaciones que evocan. Por eso, siempre que queramos un mínimo de seriedad en lo que planteamos, es esencial clarificar los términos.
Hacerlo no solo nos vuelve honestos en nuestras intenciones, sino que permite a quien nos lee o escucha decidir, con plena libertad, si acepta o no aquello que se presenta. Este ejercicio de claridad es, en sí mismo, un acto de respeto mutuo y apertura.
Para entender qué es la psicología perenne, partamos, entonces, de los conceptos que la conforman.
*En honor a la verdad, cuando comencé a usar este neologismo, no tenía conocimiento de un uso anterior. Lo “inventé” con el espíritu de integrar la sabiduría eterna con los aportes de la psicología moderna.
La palabra psicología
Contexto histórico:
El términopsicología fue utilizado por primera vez en su forma moderna por el filósofo alemán Rodolphus Goclenius en 1590. Sin embargo, el concepto y su evolución no se limitan a un solo autor.
Origen filosófico: Antes de su uso formal, el estudio de la mente y el alma era parte de la filosofía. Platón y Aristóteles reflexionaron sobre temas psicológicos sin usar el término como tal. Textos hinduístas y budistas antiguos también estudiaron en profundidad el funcionamiento de la mente.
Rodolphus Goclenius (1590): Acreditado como la primera persona en usar psicología en su sentido moderno, aunque no fue el creador del concepto, sino quien lo nombró formalmente. Goclenius utilizó el término psychologia en su obra “Psychologia: hoc est, de hominis perfectione, animo, et in primis ortu hujus” (Psicología: esto es, sobre la perfección del ser humano, el alma y, en primer lugar, su origen).
Christian Wolff (siglo XVIII): Popularizó el término en sus obras, dividiendo la psicología en dos ramas: psicología empírica (basada en observaciones) y psicología racional (basada en la razón y la lógica).
Psicología Perenne: Significado de sus términos
Psicolgoía perenne es un neologísmo que busca incluir el sentido trascendente del estudio del ser, y no limitarlo a las conductas ni a una mirara neurobiologicista.
Psicología: derivado del griego psyché (alma) y lógos (estudio o tratado), el término psicología, en su sentido tradicional —es decir, desde la perspectiva que indaga en el ser desde los orígenes de la razón—, se refiere al estudio del alma o la esencia de lo humano.
Aunque su desarrollo moderno la ha centrado principalmente en la mente y el comportamiento, su raíz etimológica sugiere una comprensión más amplia, que incluye dimensiones más profundas del ser, incluso aquellas vinculadas a lo metafísico.
Perenne: Significa "eterno" o "que perdura en el tiempo". Este término apunta a aquello que trasciende épocas y culturas, refiriéndose a verdades universales que se mantienen vigentes en distintas tradiciones y contextos históricos.
Al combinar estos dos términos —psicología y perenne—, se abre una vía que intenta integrar la dimensión trascendente del ser humano, articulando la sabiduría de la filosofía perenne con los aportes válidos de la psicología contemporánea.
Qué es la psicología perenne
(O, al menos, lo que yo entiendo que debería ser una psicología perenne).
La psicología perenne es una disciplina orientada a explorar la totalidad del ser humano, integrando aspectos psicológicos, filosóficos y espirituales desde una visión que trasciende lo meramente temporal, cultural o ideológico. Su objetivo no es solo comprender la mente o el comportamiento, sino indagar en la estructura profunda del alma, su origen, sus leyes y su camino de realización, a la luz de la sabiduría perenne.
Parte de la premisa de que el ser humano trasciende su dimensión material y psicológica, incorporando una naturaleza espiritual esencial para su desarrollo y realización plena. Este enfoque no es algo novedoso, sino la convergencia actual de la sabiduría acumulada a lo largo de la historia y de los principios universales que trascienden culturas y épocas, conocidos como filosofía perenne o sabiduría eterna.
A través de las enseñanzas de filósof@s, místic@s, sabi@s y científic@s, la psicología perenne preserva un legado universal de conocimiento que pertenece a nuestra tradición intelectual común. Al integrarse con los hallazgos de la psicología moderna, ofrece una mirada que abarca las tres dimensiones fundamentales del ser:
Física: La base material, biológica y electroquímica que sustenta nuestra experiencia sensorial.
Psicológica: Los procesos internos de la mente, las emociones y el autoconocimiento que moldean nuestra percepción y conducta.
Espiritual: La búsqueda de significado, trascendencia y una conexión con lo absoluto.
Este enfoque invita a reencontrarnos con una comprensión más profunda de nuestra propia naturaleza, integrando pasado y presente en una visión unificadora de lo humano.
Lo Uno y lo múltiple.
Principios fundamentales de la psicología perenne
Unidad subyacente: Todas las tradiciones espirituales apuntan hacia una verdad fundamental: la unidad esencial de todo lo que existe. (Plotino, 270; Ramón Llull, 1276; Hildegarda de Bingen, 1179; Spinoza, 1677; Huxley, 1945; Schuon, 1953; etc.).
Jerarquía del ser: La naturaleza humana puede entenderse en diferentes niveles, desde lo más denso (el cuerpo) hasta lo más sutil (el espíritu). Cada nivel tiene sus propias leyes, pero todos están interconectados y subordinados a una ley mayor e integradora. (Marco Aurelio, 180; Tomás de Aquino, 1274; Plotino, 270; Huxley, 1945; Schuon, 1953; Campbell, 1949; Wilber, 2000; Teilhard de Chardin, 1955; etc.).
El viaje interior: El desarrollo humano no se limita a la adaptación social o la resolución de conflictos internos, sino que incluye la búsqueda de la autotranscendencia. (Guénon, 1921; Maslow, 1943; Frankl, 1946; Jung, 1953; Huxley, 1954; Torralba, F., 2008; etc.).
El ego como ilusión: Desde esta perspectiva, el ego no es el centro definitivo de la identidad, sino una construcción temporal que debe trascenderse para alcanzar un estado de conciencia más amplio. (Ramana Maharshi, 1936; Schuon, 1953; Watts, 1957; Jung, 1961; Wilber, 2000; etc.).
La experiencia directa: La psicología perenne no se basa solo en teoría, sino en la experiencia directa de estados superiores de conciencia a través de prácticas como la meditación, la contemplación y el trabajo interior profundo. (Teresa de Ávila, 1582; Maharshi, 1936; Huxley, 1945; Croatto, 1987; etc.).
Aplicaciones en la vida cotidiana
Aunque la psicología perenne tiene profundas implicaciones filosóficas y espirituales, también ofrece herramientas prácticas para la vida diaria:
Cultivar la presencia: Aprender a vivir en el momento presente puede transformar nuestra relación con el estrés y las preocupaciones. (Watts, 1957; etc.).
Autoconocimiento: Explorar nuestras motivaciones y patrones subconscientes nos permite actuar desde un lugar de mayor libertad y autenticidad. (Sócrates, 399 a.C.; Marco Aurelio, 180; Epicteto, 135; textos budistas como el Brahmaviharas, s. V a.C.; Jung, 1961; etc.).
Relaciones significativas: Reconocer la unidad subyacente en los demás puede fortalecer nuestros vínculos y fomentar una comunicación más compasiva. Por ejemplo, Lao-Tse reflexionó sobre el flujo armónico con el Tao; Buda, en las Cuatro Inmensurables, enfatizó la compasión y la alegría empática; Jesús de Nazaret habló del amor al prójimo; y Martin Buber desarrolló una visión profunda de las relaciones auténticas en su obra Yo y Tú.
Propósito y sentido: Integrar los aspectos espirituales en nuestra vida diaria nos ayuda a encontrar un propósito más profundo y una conexión con lo trascendente. Nos ubica en la razón de nuestro ser y permite armonizar esta razón con la razón cósmica. (Marco Aurelio, 180; Frankl, 1946; Assagioli, 1965; etc.).
Psicología perenne y la transformación global
En un mundo cada vez más fragmentado, la psicología perenne ofrece una visión integradora que puede contribuir a la sanación personal y colectiva. Al recordar las verdades universales que nos conectan como humanidad, podemos generar un cambio que trascienda las fronteras individuales y culturales. (Llull, 1276; Campbell, 1949; Wilber, 2000; etc.).
Psicología perenne y psicología transpersonal
Un aspecto que merece ser explorado es la diferencia entre la psicología perenne y la psicología transpersonal. Mientras que la psicología transpersonal pone énfasis en lo psicológico desde los paradigmas modernos, la psicología perenne aborda lo psicológico a través de una comprensión Tradicional*, vinculada a la filosofía perenne. Este enfoque está profundamente conectado con la realidad divina, reconociendo y abordando dimensiones frecuentemente ignoradas por los enfoques materialistas y positivistas.
Si bien es cierto que en la actualidad no existe una propuesta esquemática y metodológica consolidada para el estudio de la psicología perenne, estoy trabajando en ello.
Es, sin duda, una tarea ambiciosa, ya que exige un conocimiento transversal y profundo de los puntos de conexión entre el pasado y el presente, desestimando modas y atendiendo al factor común de la verdad que se revela en cada época.
Como la única ambición que considero válida es la espiritual, me pongo a disposición hasta donde mi capacidad lo permita.
Espero en breve tener disponible un primer borrador general, que sirva como base para un abordaje más estructurado y práctico de esta disciplina.
Lo mismo respecto a lo que llamo Ciencia espiritual.
*Nota: La mayúscula en "Tradicional" se refiere al concepto en su vertiente trascendente. En este caso, no nos referimos a una tradición cultural específica, sino a la Tradición primordial, que abarca la visión de la realidad y del ser que subyace a todas las tradiciones espirituales auténticas.
Conclusión
La psicología perenne nos invita a mirar más allá de las apariencias y a explorar las profundidades de nuestra naturaleza. En este proceso, descubrimos que las respuestas sobre la trascendencia que buscamos fuera ya están presentes en nuestro interior, esperando ser reveladas. Tradicionalmente, este camino de descubrimiento requiere de una guía experta que nos evite caer en los errores más comunes, como el fanatismo, los extremismos y los sesgos personales. Al integrar esta perspectiva en nuestra vida, abrimos la puerta a una transformación que no solo nos beneficia a nosotros, sino también al mundo que nos rodea.
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Bibliografía sugerida
Platón - Apología de Sócrates (399 a.C.), Fedón (c. 380 a.C.), La República (c. 380 a.C.), El Banquete (c. 380 a.C.), Timeo (c. 360 a.C.)
Buda - Brahmaviharas, Sutra del Corazón (s. V a.C.)
Lao-Tse - Tao Te Ching (c. 600 a.C.)
Marco Aurelio - Meditaciones (180)
Ramón Llull - Ars Magna (1276)
Hildegarda de Bingen - Scivias (1179)
Tomás de Aquino - Suma Teológica (1274)
Plotino - Las Enéadas (270)
Spinoza - Ética (1677)
Jesús de Nazaret - Evangelios (siglo I)
Simone Weil - La Gravedad y la Gracia (1947)
Teresa de Ávila - El Castillo Interior (1582)
Epicteto - Manual de Vida (135)
Frithjof Schuon - Comprender el Islam (1953)
Aldous Huxley - La Filosofía Perenne (1945)
Alan Watts - El Camino del Zen (1957)
Joseph Campbell - El Héroe de las Mil Caras (1949)
Viktor Frankl - El Hombre en Busca de Sentido (1946)
Ken Wilber - Psicología Integral: Conciencia, Espíritu, Psicología, Terapia (2000)
Carl Gustav Jung - Arquetipos e Inconsciente Colectivo, Símbolos de Transformación (1953)
Roberto Assagioli - Psicosíntesis: Una Introducción a los Conceptos Básicos (1965)
Francesc Torralba - Inteligencia Espiritual (2008)
José Severino Croatto - Experiencia de lo Sagrado: Estudio de Fenomenología de la Religión (1987)
Excelente curso!! Muy completo y útil.